Marzo. Mes de la mujer. En Manuscritos bajo el mar pensamos que hay dos inicios de año: el establecido por el calendario el 1° de enero y el que arranca en marzo, cuando abandonamos la algarabía veraniega y el almanaque nos dice ¡se terminó la fiesta!
Es el mes de la mujer, donde ponemos a prueba nuestro ingenio para alternar en la agenda rutinas familiares, citas médicas, compromisos sociales y laborales. Es el mes donde nos colocamos el traje de Mujer Maravilla y salimos al ruedo con tacos o sin ellos, con pantalones largos o pollera lápiz, de blazer o con jogging y zapatillas, pero siempre listas para afrontar lo que venga, de aquí hasta terminar el año.
A veces suceden cosas que escapan a nuestro deseo, perdemos el control de las emociones y nos sentimos abrumadas. Sin embargo, podemos elegir la forma en que vamos a enfrentar cada situación. Somos fuertes, femeninas, mágicas, creadoras de realidades y, sobre todo, mujeres con actitud positiva. Soñadoras y románticas. Deportistas y prácticas. Trabajadoras incansables. Pero por sobre todas las cosas, sabemos superar los obstáculos (o al menos lo intentamos).
Como no vivimos en un mundo perfecto, tampoco intentamos serlo. Algunas de nosotras pertenecemos a la generación que creyó tener la vida resuelta al cumplir los treinta, con una carrera terminada, una familia tipo, unos cuantos viajes en su pasaporte. Otras, soñamos con ser independientes a los veinte, vivir de la música y conocer mucha gente. Y otras tantas, ser empresarias exitosas. Todos los sueños son válidos, solo hay que ilusionarse y salir a buscarlos.
Somos una mezcla de energías que nos impulsan a seguir avanzando, estamos hechas de historias que redefinen nuestras vidas a cada paso.
Feliz día a todas esas bellas manuscritas que siguen intentando cambiar el mundo.